Los Desiertos

MUJER INQUEBRANTABLE

´´Los Desiertos´´

¿Cuantas mujeres ha pasado en su vida por un serie de desiertos que  las han marcado ? Pues hoy les quiero escribir acerca de Los Desiertos; algo que no todos queremos cruzar, pero sin embargo son necesarios para poder replantear, re organizar, liberar y sanar nuestras vidas. No es sino a través de un desierto cuando por fin somos capaces de conocernos a nosotros mismos, porque es solo atravesando el desierto cuando somos capaces de sacar lo mejor de nosotros, de intentar subsistir y sobrevivir a pesar de lo duro que pueda parecer, porque sabrás al final del camino serás mejor persona, mejor mujer, mejor hija de Dios.

Les quiero compartir una de mis historias, hace algunos años vivía una vida muy desordenada, lejana de todo aquello que se pudiera llamar felicidad, encerré mi vida en la esclavitud de un mundo que me ofrecía muchas diversiones, pero al llegar a mi casa, apagar las luces de mi cuarto, en el interior de mi corazón solo existía SOLEDAD.

¿Han sentido alguna vez esa sensación? ¡Es horrible! No podía entender como una mujer que estaba en sus mejores años, que tenía muchas ´´amigos´´, que tenía un buen trabajo, que físicamente era bonita, que contaba con una familia unida y que la amaban, podía sentirse tan sola.

El mundo se empeñaba en convencerme que vivir entre el sexo desenfrenado, el alcohol y las fiestas era lo que necesitaba para ser feliz, y es que claro soy Mujer feminista y tengo derecho al igual que los hombres a disfrutar de la vida, de mi cuerpo y de los placeres que el mundo me ofrece. Pero déjenme decirles que sin el afán de juzgar porque quizás a algunas personas eso les funcione y los haga feliz, en mi caso el mundo estaba equivocado, nada lograba eliminar los vacíos que había en mi corazón.

Pues fue precisamente a raíz estos vacíos, que la inquietud me invadió y me llevo a buscar de Dios. Me habían hablado de él, pero yo y mi rebeldía nos habíamos empeñado que no necesitábamos conocerlo porque así estábamos bien. Sin embargo, déjeme decirles que cuando Dios llama no hay poder humano que pueda detener ese llamado. Yo Lo busqué; pero el llamó, me sedujo con sus lazos de amor, me abrazó, me perdonó, me recibió en su casa, hizo una fiesta para mí y me amó incondicionalmente.

Al comienzo de mi camino de fe, empecé a pasar mi primer desierto, quizás el más doloroso. Yo le llamé el desierto de la CONFRONTACIÓN. Fue el desierto que me hizo interiorizar mi corazón, reconocer mis debilidades, mis fortalezas, el desierto que me llevo a enfrentar mis mayores miedos, que me llevo a la sanidad de mi ser, a devolver la Fe en mí misma, fue el desierto que me abrió la mente y me enseñó lo errada que estaba con mi vida anterior, porque fue el desierto que me acerco a Dios y me devolvió la felicidad.

Luego de unos años, cuando contaba con 3 o 4 años en el camino de Fe atravesé el desierto del ´´MIEDO´´, miedo a crecer, miedo a hacer exitosa, a lograr sueños y cumplir metas. Miedo a hacer la voluntad de Dios en mi vida, miedo a no ser lo suficientemente digna para servir a otros. Fue un desierto que me llevó a escudriñar a profundidad mi corazón y reconocer que aún existían heridas pasadas que no me permitían poder visionar y ver las promesas que Dios tenía frente a mí, fue un desierto que, aunque no fue tan doloroso como el primero, si me hizo posponer muchos sueños por el miedo a fracasar.

Posteriormente dos años después, llegó otro desierto ´´LA INCREDULIDAD´´, dudé de mi dogma de Fe, dudaba de la existencia de Dios, no creía que Dios cumpliría las promesas que me había dado por el simple hecho que no creía que el realmente existiera, y aunque la cumpliera las ignoraba o no les daba el valor que merecían. Llegue a pensar que todo era un show, que se jugaba con la psicología humana para imponer una creencia. Y aun conociendo y habiendo vivido la presencia de DIOS personalmente, este desierto, fue el más preocupante para mí, debido a que me caracterizo por ser una persona que necesita pruebas físicas, químicas, científicas, matemáticas e inclusive visuales, para creer. Conociendo eso de mí misma, este desierto se volvió el más difícil de cruzar, porque fue el más largo de todos, fue el más retador y en donde tuve que trabajar, orar y confiar más para no dejarme vencer. Sabía que, si le daba cabida a la incredulidad me hundiría nuevamente a la vida pasada, lejos de Dios, aquella que me causo tanto dolor.

Por ultimo el Desierto de la ´´INCERTIDUMBRE´´, luego de tomar una decisión difícil que involucraba mi retiro del servicio directo de la Iglesia, llego el desierto de la incertidumbre. ¿Y ahora qué haré con mi vida?, después de 9 años servicio en la iglesia, volver a la vida normal me causó no solo mucho dolor, sino el tener que reorganizar mis prioridades, mis sueños y mis metas. Hoy en día llevo un año discerniendo, orando y tratando de comprender la voluntad de Dios. Llevo un año en el desierto la Incertidumbre ¿Y si me preguntan, sabes qué hacer? ¡Pues no! Pero sigo confiando en la promesa y el propósito de Dios.

Los desiertos siempre serán difíciles de atravesar, pero estoy segura que por cada desierto que atravesamos vendrá posterior la bendición. Es en los desiertos donde nos fortalecemos, donde nos encontramos con nosotras mismas, donde nos podemos confrontar, donde podemos escudriñar nuestro corazón, donde escucharemos con mayor agudeza la voz de Dios.

Es cuando atravesamos el desierto y llegamos al otro lado cuando realmente podemos demostrar de que estamos hechas, demostrar nuestra fortaleza, nuestra virtud, nuestra victoria.

Una mujer Inquebrantable, sabrá enfrentar los desiertos con valor; y tendrá la sabiduría para volver siempre a los brazos de DIOS.